LOS 25 MEJORES ESTRENOS DE 2019

Soy un fanático de las listas top. Mejores películas, mejores centrocampistas, mejores novelas, mejores canciones, mejores fracasos sentimentales, mejores gatillazos, lo que sea. Así que no se me ocurre mejor forma, en este 1 de enero de 2020, que inaugurar este blog con un repaso de las mejores películas del año 2019. Tomaré como referencia el estreno en España. Todas ellas vistas en salas de cine, que no se enfade el señor Scorsese. Posiblemente si hiciera la lista mañana, cambiaría alguna posición y, seguramente, algún título.
 
Y no, no está Parásitos, de Bong Joon-ho. Me ha gustado, pero no es una de las mejores 25 películas que he visto el año pasado. Un día de estos explicaré por qué.

Comencemos. Feliz año de cine 2020.


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25. LA PROFESORA DEL PARVULARIO

Una película tan absorbente como inquietante que plantea interesantes cuestiones sobre el arte, la genialidad y la ética. Fantástica Maggie Gyllenhaal interpretando a un personaje que se mueve perturbadoramente entre la admiración y la envidia, la devoción y la obsesión, la pasión y el puro delirio. Una película para meditar.


24. ROCKETMAN

Como película biográfica resulta interesante y muy entretenida, aunque no se aleja demasiado de las convenciones típicas del género. Divierte más que emociona, eso sí. Pero como musical Rocketman es deslumbrante. No solo por la adaptación de los temas de Elton a las tramas, sino, fundamentalmente, por sus extraordinarios números. La espectacularidad, el colorido y los estupendos arreglos de esos números resultan hipnóticos. Toda la secuencia del famoso local Troubadour de Santa Mónica, por ejemplo, es electrizante. 

Cuenta, además, con la arrolladora interpretación de Taron Egerton. Me gusta porque no trata de imitar (ni siquiera cantando) a Elton John. No se mimetiza con el artista como sí hizo Rami Malek (en su alucinante transformación de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody, también dirigida por Dexter Fletcher, tras el despido de Bryan Singer), sino que crea su propia versión del músico. El trabajo actoral es estupendo; pero es su faceta musical la que sorprende, demostrando una enorme versatilidad como actor y cantante.


  
23. LITUS

La teatralidad con la que está construida la película pone el foco en los sentimientos y en las relaciones personajes. Tras el suicidio de un amigo común, el resto del grupo se reúne al completo por primera vez para leer unas cartas que el ausente dejó. Un guion ingenioso, divertido, pero también emocionante y sensible. Gran reparto coral en el que destaca un encantador y divertidísimo Adrián Lastra.



22. LA TRINCHERA INFINITA

Sí. Otra historia sobre la guerra civil española. Pero en este caso (y ese es su gran acierto) la trama no se centra en los héroes, las batallas o los discursos ideológicos, sino en la miseria de los olvidados. Aquellos que se vieron obligados (por su propio miedo, su cobardía) a vivir escondidos durante décadas en un infame agujero. No apta para claustrofóbicos. ¿Antonio de la Torre? ¿De verdad hace falta decir cómo está este monstruo de la interpretación? Pues eso.



21. MUJERCITAS

Lo dijo sin vergüenza ninguna: esta es la mejor versión de todas las Mujercitas, incluso superior a la de George Cukor. La directora y escritora Greta Gerwig acierta totalmente en la construcción narrativa de esta historia clásica de cuatro hermanas enfrentándose al complicado paso de la niñez a la madurez. La realizadora sigue demostrando (tras la fabulosa Lady Bird) que está llamada a ser una de los indiscutibles referencias cinematográficas en las próximas décadas. 

Su Mujercitas mantiene la sensibilidad y el mensaje feminista del cuento de Alcott, pero insuflándole un aire alegre, optimista y luminoso que no tenían anteriores versiones. Una película que nace para ser un clásico navideño inmediato. 



20. GLASS

¿Se puede disfrutar de esta película (de toda la trilogía) sin amar los cómics? Por supuesto que sí. Pero si los amas, ese placer se multiplica varios enteros. Glass, mucho más que las anteriores, es una declaración de amor a los cómics. No a los personajes, o a las hazañas, sino a la propia filosofía de los cómics. No es una película de superhéroes al estilo de Márvel o DC. Es una película que reflexiona sobre la propia existencia de los superhéroes, sobre el odio y el miedo que despierta su excepcionalidad. Es tan friki, que me resulta irresistible.



19. EL GORDO Y EL FLACO

La película está basada en la última gira que llevaron a cabo Stan Laurel y Oliver Hardy por tierras británicas, tras haber pasado mucho tiempo separados y cuando empezaban a asumir que, quizás, los tiempos del Gordo y el Flaco habían pasado a mejor vida. No es que Steve Coogan y John C. Reilly imiten a la perfección a esos dos genios de la comedia clásica; es que, durante 97 minutos, se convierten literalmente en ellos. Una película que rezuma talento, humor, ternura, nostalgia y amor al cine por los cuatro costados. 



18. MIENTRAS DURE LA GUERRA

Excelente retrato el que hace Amenábar de aquellos primeros días del alzamiento. La interpretación de Karra Elejalde es asombrosa, impresionante. En algunas escenas uno llega a pensar que Unamuno fue ese señor que se parece al personaje de Elejalde. Concienzudamente documentada, plantea también hipótesis valientes; sobre todo, en lo relativo al insólito ascenso de Franco al poder y a la propia personalidad del generalísimo. Por momentos es algo fría y le falta un poco de corazón, pero, en suma, es una película extraordinaria.



17. LA HIJA DE UN LADRÓN

Primer largometraje dirigido por Belén Funes y una de las más gratas sorpresas del año. Una historia dura, absorbente, grabada con las entrañas; emociona sin recurrir a forzar el melodrama o caer en tópicos sentimentales. Es casi un experimento naturalista, tan áspero como los personajes y las situaciones que plantea. Una bofetada de realismo. Fantástica Greta Fernández; omnipresente su tristeza en cada plano de una película rodada casi obsesivamente en torno a ella. Apuesto 15 coronas frente a un chelín por su Goya a la mejor actriz por esta bárbara interpretación.



16. EL VICIO DEL PODER

Entretenido y escandaloso biopic del que fuera, posiblemente, el hombre más poderoso del planeta, Dick Cheney; por encima, incluso, de su jefe de gabinete, el presidente Bush. La genialidad de esta irónica crónica es que resulta tan impúdica como hilarante. Hay que reconocer que los americanos saben retratar como nadie sus cloacas más profundas y sucias. Enfada y divierte, ¿qué más se le puede pedir a una sátira política? Sí, es verdad. Buenos actores. Christian Bale, Amy Adams, Steve Carrell y Sam Rockwell. Ni tan mal.



15. LE MANS '66

Grandes escenas de acción automovilística, buenos diálogos, estupendas interpretaciones (Christian Bale demuestra una vez más que es un actor fuera de serie), maravillosos coches de carreras de los años ’60, la épica de Le Mans, la guerra entre Henry Ford Jr. y el mismísimo Enzo Ferrari y una banda sonora fabulosa. ¿Qué más hace falta? ¿Una gran historia de amistad, humor, fidelidad, drama? También tenemos de todo eso en Le Mans '66. 

Si amas las carreras, esta película te encandilará. Si no, posiblemente también te guste. Es muy buena. 



14. HISTORIA DE UN MATRIMONIO

¿Dos actores en estado de gracia (Scarlett Johansson y Adam Driver), un drama tan complejo como cotidiano y unos magníficos diálogos son suficientes para construir una buena película? Pues sí. Noah Baumbach sí lo demuestra en esta tragicomedia doméstica tan triste, tan vitalista, tan visceral. La descarnada autenticidad que la pareja protagonista desprende es una delicia para el espectador. Imposible no empatizar irremediablemente con el reconocible derrumbe que viven estas dos personas que han dejado de amarse y luchan para no provocarse cicatrices incurables. Scarlett huele a Óscar (por fin).



13. EL CRACK CERO

Todos los años hay sorpresas en los premios. Y también grandes olvidadas. Para mí, esta es la gran olvidada de los Goya 2020. Injustamente. La precuela de los dos cracks de Landa no llega a la grandeza de aquellas, pero sí la roza. Y Carlos Santos tampoco es el bueno de Alfredo, pero se acerca mucho al tristón, serio y meditabundo Germán Areta de siempre. La historia policiaca es buena y Garci nos revela algunos secretos del Piojo que permanecieron en secreto en las dos películas anteriores. Puro placer escuchar de nuevo la música de Jesús Gluck con esa magnífica fotografía de Madrid en Navidad, esta vez en un blanco y negro precioso. 

¿Que los diálogos suenan impostados, a cine negro del Hollywood de los años ’30? Pues sí, ¿y qué? José Luis Garci no solo ha querido cerrar la trilogía de su mejor personaje; también ha querido homenajear a ese cine e antes, un cine que ama tanto que le desborda cada vez que se pone ante un micrófono, una máquina de escribir o una cámara de cine. Garci es así. Y a mí me encanta.



12. SIN PIEDAD

Una película que ha pasado algo desapercibida para público y crítica en este 2019. Reconozco que tengo predilección por estas pequeñas joyas desconocidas. Creo que mereció más atención. Nueva versión del pistolero más cool de la historia, Billy el Niño. Un criminal que se comportaba y era seguido como una auténtica estrella del rock. Díscola, sí, pero estrella al fin y al cabo. El Rolling Stone de los forajidos del Oeste. 

La originalidad de D’Onofrio en esta revisión del mito estriba en la perspectiva con la que cuenta la leyenda de William H. Bonnie. Esta vez, el pistolero de Lincoln adopta un papel secundario y todo el protagonismo lo adquiere el joven actor Dane Dehaan, interpretando a un chico que busca a su hermana secuestrada y se cruza en su camino al bandido más famoso del momento y, cómo no, al pertinaz sheriff Pat Garrett (estupendo Ethan Hawke, por cierto). Western de altura, con todos los tópicos del género: persecuciones a caballo, saloones de mala muerte, duelos al sol, casas de mala reputación y colts calientes. Muy buena.



11. EL IRLANDÉS

Es tan grato poder disfrutar de tres genios juntos (De Niro, Pacino y Pesci) interpretando de nuevo a esos cínicos y duros tipos de la cosa nostra que, solo por eso, merece la pena esta película. Pero es que, además, la trama (basada en personajes y hechos reales) es tan poderosa que el placer es doble. Leo críticas sobre la excesiva duración del filme (más de tres horas y media). Pero yo entiendo a Scorsese. Tuvo que encontrarse con horas y horas de puro arte cinematográfico grabadas con esos tres monstruos de la actuación. Entiendo que haya querido eliminar solo el material imprescindible. Y es de agradecer. Es una película algo lenta, cierto; puede que algunos diálogos resulten superfluos, poco trascendentes, de acuerdo. Pero son Pesci, De Niro y Pacino. ¿Cómo no aprovecharlo? Con todo, la última hora de la película se pasa volando. Esa hora es una auténtica lección de cine, la mejor masterclass de uno de los grandes maestros de siempre. 

Gracias, señor Scorsese. Ojalá le queden muchas lecciones más.



10. LOS HERMANOS SISTERS

Otro western. Estamos de enhorabuena. Plantea esta original historia Jacques Audiard sobre otro de los tópicos del cine del Oeste: la búsqueda de una quimera. Dos hermanos muy diferentes (encarnados por dos actores magníficos que hacen doblete este año con sendas interpretaciones: Joaquin Phoenix y John C. Reilly) son contratados para encontrar a un hombre que esconde un gran secreto que, inesperadamente, puede hacerles ricos. Además del estupendo guion, la película es un regalo para los sentidos. La fotografía, la banda sonora y, en general, el lirismo que desprende cada plano resalta esa belleza salvaje del viejo Oeste. Esa mezcla de violencia y poesía es irresistible y emociona. Como su bello desenlace.



9. VENGADORES: ENDGAME

Pues sí, Vengadores: Endgame es una de las mejores películas de 2019. Y no solo por ser un dignísimo cierre a una descomunal saga de buenas películas (en general), sino por sus propios méritos cinematográficos. La primera media hora es espectacular y emocionante. Lo mismo que el desenlace, no por esperado, menos emotivo. Y entre medias, otra hora larga de buen cine de entretenimiento y ciencia ficción: planes imposibles, dificultades, inventos, viajes en el tiempo, paradojas provocadas por los viajes en el tiempo, chistes sobre lo absurdas e ilógicas que son las paradojas que provocan los viajes en el tiempo y buenas dosis de heroísmo, acción y humor. 

Por mucho que le pese (que creo que no es tanto como intenta aparentar), Robert Downey Jr. nunca hará otra cosa tan bien en el cine como bajarse la celada de Iron Man mientras suelta algún chiste. Un personaje inolvidable. El cierre perfecto para una gran obra coral que nos ha entretenido durante una década con más de veinte películas.

Una anécdota real resume lo que ha sido la saga para un friki medio como yo. Sabía que esta vez no habría una última escena post-créditos. Ya lo había leído en la prensa; incluso los hermanos Russo habían explicado públicamente la razón. Aun así, por algún extraño motivo, permanecí en mi butaca hasta el fundido en negro final, con la vana esperanza de haberme equivocado y poder disfrutar de ese último regalo que tantas veces hemos degustado en estos años. No fui el único. Varias decenas de personas aún permanecían en la sala también. Cuando nos dimos cuenta de que esta vez, efectivamente, no había más, nos fuimos levantando de nuestros asientos con un movimiento vencido de hombros. «Te dije que en esta no había corto» escuché que un hombre de mediana edad le decía a un niño, seguramente su hijo. «Ya, pero bueno…» contestó el niño resignado. Y eso mismo dije yo para mí: «Ya, pero bueno…». Supongo que al chaval le habría encantado ver uno más. Como a mí.



8. AD ASTRA

No entiendo las críticas ni la decepción con este peliculón. Bueno, sí los entiendo. Imagino que la mayoría vienen de espectadores o críticos que esperaban la típica película de ciencia ficción palomitera. Y no lo es.  De hecho, ni siquiera es una película de ciencia ficción, más allá de su envoltorio y de alguna escena de acción secundaria. James Gray nos regala una versión futura del Corazón de las tinieblas de Joseph Conrad (adaptado ya por Coppola en la gigantesca Apocalipsis Now). Aquí el conflicto es familiar, paterno para más datos. La búsqueda de un padre a través de la galaxia que, en esencia, es una búsqueda interior, un intento de reconciliación con uno mismo por parte de un personaje profundamente infeliz interpretado por un gran Brad Pitt. Es una película lenta, reflexiva, filosófica y hermosa como pocas.



7. STAR WARS IX. EL ASCENSO DE SKYWALKER

Me declaro culpable de gustarme esta nueva trilogía de Star Wars. Sé que a los haters nostálgicos cualquier nuevo episodio les parece una herejía en comparación con las primeras películas de George Lucas. Incluso con su segunda trilogía (que es bastante peor que esta última, por cierto). Pero yo creo que Abrams ha hecho un buen trabajo. Sobre todo, después de que Rian Johnson casi se cargara la saga con el Episodio VIII. Abrams ha tenido que recomponer las tramas originales de la excelente El despertar de la fuerza, intentando formar de nuevo el puzle, a pesar de que Johnson perdió tres o cuatro piezas, intencionada y torpemente. Y creo que lo consigue el bueno de J.J. Este episodio IX tiene un ritmo endiablado, grandes escenas de acción y el fin de la irresistible relación entre Kylo Ren y Rey (casi lo único que respetó el anterior director en Los últimos Jedi). 

Daisy Ridley está tan bien o mejor que en las dos anteriores. Amo a los personajes de la primera trilogía, a Luke, a Han y a Leia; pero, lo siento haters, Rey me parece un personaje fantástico también. Es más (no sigáis leyendo, nostálgicos), Rey me parece el mejor personaje de todos. Ea. Ya lo he dicho.

Firmo y confieso mi herejía: peliculón. 



6. GREEN BOOK

Buenos personajes, estupendos diálogos, una historia tan hermosa como entretenida, una ambientación excelente y las dosis justas de humor y denuncia social. Sin más alardes, sin grandes efectos, sin sorpresas. A veces basta con eso para crear una gran película. Green book es un homenaje a ese cine del Hollywood dorado. Dos personajes carismáticos, entrañables, complementarios, y un viaje en el que comparten una serie de experiencias y aventuras que abrirán su mente a un mundo que desconocían, al mismo tiempo que forjarán una sincera amistad. El mensaje que transmite este cine, esta película, es inspirador. Mahershala Ali y Viggo Mortensen crean dos personajes para el recuerdo.



5. JOKER

El Joker siempre ha tenido dos caras. Tras su máscara de bufón, sus bromas, sus payasadas, sus artilugios circenses y sus pinturas de payaso, se escondía el enfermizo psicópata delirante, el asesino en serie, el genocida. Todd Phillips ha decido centrar su película en esta segunda cara. Ha querido explicarnos cómo un niño solitario que solo quiere hacer reír a los demás se convierte en un monstruo. La oscuridad, la profunda tristeza que hay detrás de esa terrible transformación, es lo que ha querido mostrarnos el director de esta dura, amoral, áspera y genial película. No hay héroes, ni villanos; no hay lucha del bien y el mal. Solo hay enfermedad, locura, violencia y, en cierto modo, liberación. Una película tan fascinante como desasosegante. 

Y luego está lo de Joaquin Phoenix. Para eso no hay palabras. Es mejor verlo. Una de las mejores creaciones de un personaje en la historia del cine. Y me quedo corto.



4. DOLOR Y GLORIA

Sin duda, la obra más personal de Almodóvar. Una película con enorme carga autobiográfica escrita en el momento de crisis y madurez más importante del director manchego. Es un ahora o nunca, la revelación que su cine necesitaba en esta última etapa de peligrosa indefinición. Es un mirar atrás para renacer espléndidamente. En ella están todos los grandes temas del cine de Pedro: su niñez, la omnipresente relación con su madre (algo obsesivo para el director), su despertar sexual, su relación con el arte, la depresión, el miedo a la enfermedad... Una revelación valiente y sincera con la que el director manchego se abre en canal. Y para ello no podría haber elegido a un mejor alter ego que otro genio en lo suyo: Antonio Banderas. Está maravilloso el malagueño; contenido, sin exagerar un ápice su versión del propio pedro, pero resultando en todo momento creíble y reconocible. Encarna perfectamente a ese personaje autodestructivo que circula por el borde del precipicio, que vive acomodado en la duermevela constante, en la duda del fracaso vital y en el miedo de la muerte artística.

En el fondo, es una película sobre el propio arte. Y el título no puede expresar mejor lo que significa el acto de creación para el artista. Dolor y gloria es la obra maestra de Pedro Almodóvar. Una película perfecta y maravillosa.



3. THE OLD MAN & THE GUN

No pude evitar sentir un respingo de nostalgia viendo este adiós definitivo de uno de los más grandes actores de siempre, tras seis décadas dedicado en cuerpo y alma a la industria del cine. Creo, sinceramente, que el propio Robert Redford no podría haber imaginado un retiro tan atinado, con una película hecha a su medida, en la que volvemos a compartir un último viaje con un personaje muy reconocible en la filmografía del actor: uno de esos tipos que se mueven en líneas morales fronterizas, pero que enamoran a la primera sonrisa, a pesar de su ética o su marginalidad. Nadie como Robert Redford ha sabido componer este tipo de villanos buenos, delicados, discretos, maravillosos. The old man & the gun es una película divertida, entrañable, emotiva, encantadora. Todo en ella rezuma una extraña mezcla de vitalidad (la película es un canto a la libertad y al inconformismo) y, por otra parte, melancolía (por la despedida de uno de los más grandes). Desde los primeros planos de la película, ya le añoro. Le acompaña en este último baile una espléndida Sissy Spacek. No os perdáis la banda sonora de Daniel Hart. De lo mejor del año también.

Ha sido un enorme placer, señor Redford. Gracias por su inmensa carrera y por este último y hermoso crepúsculo.



2. ÉRASE UNA VEZ... EN HOLLYWOOD

No solo es otra obra maestra de Tarantino (y van...). Es, sobre todo, una declaración de amor, con mayúsculas, al propio cine. Pero no al cine glamouroso, al de los premios, los grandes estudios, las fiestas, los contratos astronómicos o el papel couché. Tarantino escribe esta emotiva carta de amor al otro cine, al de los perdedores, los olvidados, los dobles de acción, las producciones de bajo coste, los especialistas, los guiones de medio pelo, las carreras truncadas y los sueños rotos. A ese cine que hacían tipos audaces y desafortunados con pocos medios: el cine de serie b, artesano, imaginativo, cutre pero irresistible. Tarantino siempre ha dicho que ama ese cine y que decidió hacer películas para homenajear a esas historias pulp de personajes como Djiango, persecuciones de coches alocadas, tipos duros o peleas de artes marciales. Érase una vez... en Hollywood es una película hecha por un friki que creció amando esas películas frikis y que, años después, ha podido devolverle al género ese cariño. 

Lo hace rodeado de dos estrellas fulgurantes (Brad Pitt y Leonardo DiCaprio), que encarnan a dos de esos talentosos perdedores. En ellos personifica Tarantino a todos aquellos buenos actores que se quedaron en el camino.

Como en los mejores cuentos (y este lo es), el narrador deja lo mejor para el final. La moraleja es clara: el cine es mucho mejor que la vida real. Una película extraordinaria, eterna.



1. MULA

Si solo vas a ver una película de este listado, tiene que ser esta. Rodada con la sencillez de un maestro, con la elegancia del artista genial que no necesita apenas nada para crear una gran obra. Esa naturalidad que ya no se ve en casi ningún cineasta. Ese aroma clásico que tanto se echará de menos un día. Eastwood se despide de la interpretación con un personaje inolvidable, el de un anciano (Earl Stone) que se convierte en mula de una banda de traficantes en las cercanías de la frontera de México. Earl Stone es la otra cara de la moneda de Walt Kowalski, el inolvidable protagonista de Gran Torino por el que Eastwood debió ganar el Óscar a la mejor interpretación. Ambos personajes comparten cosas (son dos ex soldados solitarios y chapados a la antigua que no se acostumbran al mundo moderno); pero Earl no es un viejo cascarrabias amargado, sino un tipo vitalista, generoso, parlanchín y seductor. Su gran pecado es haber disfrutado al máximo de la vida y sus placeres, pero olvidándose de su familia. En cualquier caso, un papel muy alejado de los tipos duros que protagonizaba el californiano antaño. Posiblemente, a sus 88 años, uno de los registros más sorprendentes y encantadores de todos los que ha encarnado Clint Eastwood. Es imposible ver Mula y no sentirte fascinado por este anciano afectuoso y socarrón, como se sienten cada uno de los personajes que lo tratan a lo largo de la película. La interpretación de Clint es maravillosa. No exagero si digo que realiza, a esta edad, uno de los mejores trabajos de su carrera como actor, si no el mejor. Earl es un personaje repleto de matices que van desde la dureza y la terquedad de un viejo maniático, hasta la ilusión y la fragilidad de un niño de casi 90 años. Ver como Clint Eastwood se convierte en ese inconsciente, jovial y apasionado vividor es un verdadero placer y un regalo, no solo para sus fans más rendidos, sino para cualquier espectador.

Los maravillosos planos de Clint Eastwood entre las flores, sus chispeantes bailecitos, sus chistes malos y casposos, sus consejos de abuelo cebolleta, sus canciones en el coche mientras come helados llevando el maletero repleto de droga, y esa entrañable manera de ganarse a todos los demás personajes, son pura delicia. Como lo es cada primer plano de su rostro, surcado por miles de arrugas. Ese perfil ensangrentado de Clint conduciendo la furgoneta por carreteras desérticas, con el ceño fruncido por el dolor y el remordimiento, es una imagen inolvidable para la historia del cine.

Si, como decía Billy Wilder, uno es tan bueno como lo mejor que ha hecho, Clint confirma con esta película, no solo que sigue siendo el mejor director de las últimas décadas, sino uno de los mejores actores de siempre.


Comentarios

  1. Anónimo1/18/2020

    Sin duda alguna es usted un/a gran crítico acerca del mundo cinematográfico, espero que siga escribiendo largo y tendido para que todos sus lectores podamos seguir disfrutando con usted.

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Seguiré comentando la cartelera actual. Es un placer hacerlo y compartir gusto por el cine.

      Saludos.

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